lunes, 16 de agosto de 2021

Día de las infancias

Cuando yo era niña no existía el día del niño o vivíamos en un pueblito tan lejano y tan chiquito que ni nos habíamos enterado. 

Los festejos eran Navidad, Reyes, día del padre y día de la madre.

Hoy en día son tantas las festividades. 
El domingo en Uruguay fue el día de las infancias, en casa lo adelantamos para el sábado y lo festejamos con la opera del Gigante Egoísta basado en el cuento de Óscar Wilde. 

Pero ¿de qué infancias hablamos? 
Antes era el día de los niños, el cambio en la terminología no sé si se debe a una cuestión de género (para no andar diciendo niños y niñas o niñes) o si es que al fin estamos reconociendo que no todas las infancias son iguales.

No es igual la infancia de una niña que va a ver al Gigante Egoísta, que la infancia de un niño en un barrio pobre, dónde tal vez no tenga una biblioteca a su disposición para conocer las historias de Óscar Wilde.

Esas diferencias entre las infancias también se ven reflejadas en los libros para niños y jóvenes. 

En "De noche en la calle" de Ángela Lago se ven esas diferentes infancias, un niño es mecido amorosamente en el interior de un auto, y al mismo tiempo otro niño vende en un semáforo.





Otro libro álbum interesante de analizar es "Ahora no, Bernardo" de David McKee. 
Bernardo es un niño que vive con su papá y su mamá, tiene su propio cuarto, la comida servida frente a la tele, una colección de historietas, pero no tiene la atención de sus padres.






O Juan y Anarina, de "El país de Juan" de María Teresa Andrueto, que deben migrar del campo a la ciudad con sus familias en busca de un futuro mejor, y terminan en Villa Cartón.


Para terminar quiero apostar a unos personajes que representan otras infancias del libro "Los carpinchos" de Alfredo Soderguit, en esta historia los niños, o mejor dicho los carpinchos pequeños y los pollitos son los que pondrán fin al conflicto. Quiero quedarme con la esperanza es esas infancias más sabías que los adultos.