viernes, 25 de junio de 2021

¿Qué es esto de la mediación a la lectura?

Cuando me preguntan que es lo que hago muchas veces no se como explicarlo. Genera sorpresa que haya que estudiar para ser bibliotecario, y mucho más cuando hablo de mediación o animación a la lectura. 

Recuerdo hace muchos año, estaba recorriendo librerías, seleccionando libros con dos colegas, en una, especializada en libros infantiles, me zambulló en los estantes y sobre mi hombro escucho que una le pregunta a otra ¿en serio compra esos libros para ella?

Creo que en este desconocimiento y desvalorización de la tarea hay dos conceptos implícitos. Primero que la lectura como todo bien cultural no sirve para nada practico, como bien lo dice Ana Garralón en su blog o  Paul Auster:

La literatura no sirve para nada, no tiene ninguna utilidad práctica. El arte en general no tiene ningún uso práctico. Los libros no alimentan niños con hambre, ni evitan que caigan bombas. Los libros no hacen nada. Pero los libros para mi, principalmente la poesía y la ficción, son el único lugar en donde dos personas absolutamente desconocidas pueden encontrarse con total intimidad ...y juntos hacen el libro. Paul Auster

Y segundo, la concepción de niños e infancia que manejamos, como persona en desarrollo, persona a la que hay que cuidar, proteger y guiar, ya que no entiende mucho. Pero de la mano de los cuidados y la protección, los desvalorizamos y subestimamos. 

Por suerte en lo últimos años hay más gente que se sumó a esto de la mediación a la lectura, hay mas ofertas de formación, más conocimiento de la tarea y dicen que hasta hay gente a la que le pagan por su trabajo, si leyeron bien, hay gente que esta cobrando por ser mediador a le lectura. 

Cosa que nos pone muy contentos, ya que ser mediador no es agarrar un librito e ir a contárselo a los niñitos con palabritas sencillitas y dibujito bonititos. Detrás de la lectura de un libro o actividad de animación a la lectura que se realiza hay horas de formación, selección del material, compra de bibliografía, pensamiento teórico sobre lectura e infancia, y todo esto conlleva tiempo y dinero, aunque la lectura del cuento sea de cinco minutos. 

Esto de la mediación a la lectura no es nuevo, es una practica que ha ido cambiando de nombre con los años, pero hace muchos años que se realiza. Si quieren leer un poco más sobre esto de la terminología por lo que ha pasado les recomiendo leer el articulo Acompañar lectores... un cuento de nunca acabar de Ana María Bavosi, referente en este tema. En Uruguay desde los 90 hay presencia de la organización IBBY Internacional que tiene como objetivo propiciar el encuentro entre los libros y la infancia. 

Para mi hacer mediación a la lectura es acercar lecturas al otro, estamos acostumbrados que ese otro sea un niño, pero no es necesario que así sea. Conozco mediadores que se iban a leer a las peluquerías o a los bares. Me gusta  imaginar un camino recorrido por dos, lado a lado, por el mediador y el lector, pero como en todo camino es de ida y vuelta y los roles pueden y deben cambiar. Un camino con escucha atenta, un recorrido acompañado. 

El otro día me decia una amiga que se estaba preguntando sobre el rol del mediador, si eso de ser mediador no nos situaba en el medio entre el lector y las lecturas, y sabemos que cuando hay algo en el medio, molesta, impide, estorba. Por eso creo que acercar y acompañar me gustan más, pero es solo terminología. Lo importante es el rol más allá de como lo llamemos. 

Lo importante es saber que el centro debe estar en las lecturas y no en los mediadores. Están buenísimas las dinámicas que se puede usar para acercar la lectura, pero debe ser para propiciar el encuentro y no para que el protagonismo sea del mediador. A veces nos pasa que disfrutamos tanto la tarea, vemos que los niños se divierten con la actividad, que nos olvidamos de preguntarnos si estamos realmente acercando lecturas o solo estamos entreteniendo sin poner a la lectura como centro. 

A mi lo que me sorprende es que actualmente somos muchos los mediadores y los que estamos a favor de la lectura, pero esto no se refleja en los informes sobre consumos culturales en Uruguay (aunque eso de consumo cerca de la palabra cultura no me guste mucho). 

Y vuelo a citar a Ana Garralón, ella habla del "Lectocrimen", cuando la mediación mata a la lectura y de los errores que cometemos los mediadores que en lugar de acercar a los lectores a la lectura los aleja, en lugar de ser puente nos convertimos en muros. 

Tema aparte para otro día es la selección, la ideología o las preferencias del mediador, ¿deben estar presentes en su trabajo?

To be continued...