martes, 31 de agosto de 2021

Poesía... eres tú.

La poesía no me iba, no era para mi,  no me gustaba, no la entendía, hasta que un día mi Cómplice  sentenció "la poesía no es para entender, es para sentir".  ¿What´s? Nadie me avisó que la poesía se podía sentir. 

Me enseñaron que los poemas tenían que rimar, se aprendían de memoria y se declamaban moviendo los brazos como si fueran alas.  No creo que fuera mala intención de la maestra, ella tampoco debía saber que la poesía se podía sentir, la inspectora le exigía que todos los niños de la clase recitáramos a coro:

Muchachuelo de brazos cetrinos

Que vas con tu cesta,

Rebosando naranjas pulidas

De un caliente color ambarino

... 

(Vendedor de naranjas, Juana de Ibarbourou)

Pobres niños, pobre maestra, pobre inspectora, pobre poema, pobre Juana.

Hace un tiempo me encontré con Tomar La Palabra: La Poesía En La Escuela, de Mercedes Calvo, en este libro sostiene que la poesía esta en la mirada y  no es lo mismo poesía que poema. Agrega que la  poesía tiene que habitar la escuela, de una manera que los niños se apropien de ella y de las palabras, y las usen libremente. Nada mas opuesto de los que nos paso a la pobre Juana y a mi. 

Si quieren leer un poco más de lo que dice Calvo sobre la poesía y los niños pueden leer Poesía con niños: guía para propiciar el encuentro de los niños con la poesía  disponible para descargar en forma gratuita y legal. Este libro  me gusta mucho ya que sitúa la poesía en el entorno de la familia, aun antes de la escuela.


En esa misma linea se va a parar Evelio Cabrejo Parra en su libro Lengua oral: destino individual y social de las niñas y los niños. 

Rescata la importancia del lenguaje oral, incluso antes del nacimiento, sitúa el ritmo y la poesía como el primer acercamiento al lenguaje que recibimos al nacer.

Desde el tum tum tum del latido del corazón de la madre hasta las nanas que se  cantan colaboran a que el niño construya su espacio simbólico y desarrolle su lenguaje.  O sea que cuando mi mamá cantaba "Cucu, cucu, cantaba la rana ..." ya me estaba acercando la poesía, sin que yo supiera que eso era poesía. 


Si quieren seguir explorando en estos acercamientos de la tradición oral en la primera infancia les recomiendo la investigación de Ana Pelegrín, Cada cual atienda su juego.

Analiza el vinculo del juego, la tradición oral, la palabra y el lenguaje con en el desarrollo y el aprendizaje del niño, y la presencia de la oralidad en la literatura contemporánea. 

Y para cerrar con este listado de recomendaciones, el ultimo hallazgo que me termino de descolocar con la poesía y los poemas, volver a decir ¿What`s? La selección de 44 poemas para leer con niños que hace Mar Benegas, en donde propone todo tipo de poemas, no solo infantiles, también de adultos que se pueden leer con los niños. 

Incluye un Decálogo de Cómo no leer un poema, que me parece esta relacionado, o no, con aquello que me habían enseñado a mi sobre como debía ser un poema o como debía ser leído. 

Los dejo con la frase de Laura Devetach que sostiene que debemos "estar en poesía" y con estos versos de Leon Felipe:

Deshaced ese verso.
Quitadle los caireles de la rima,
el metro, la cadencia
y hasta la idea misma.
Aventad las palabras,
y si después queda algo todavía,
eso
será la poesía.