viernes, 14 de julio de 2023

Cuentos no ofensivos para niños sensibles


Roald Dahl se convirtió en trending topic en Twitter por la decisión de la editorial Penguin's Puffins de adaptar sus obras para retirar todo el lenguaje que puede ser considerado "ofensivo" y darle un sesgo de género.

Tanto la editorial como la Roald Dahl Story Company han contado con el apoyo del colectivo Inclusive Minds, enfocado en la inclusión y diversidad, para que sus libros “puedan seguir siendo disfrutados por todos hoy". ¿Vieron que la censura siempre viene justificada? Y si es por el bien de los niños mucho mejor, aunque sean los que más pierden en este caso. Permítanme dudar de ese "todos", todos podrían disfrutar de las obras de Dahl si todos accedieran a la lectura, si hubiera bibliotecas para todos. ¿O cuándo decimos todos nos referimos a los privilegiados de siempre que tienen acceso a los libros, que pueden comprar un libro o que tuvieron la suerte de encontrarse con un buen mediador en su vida? 

La noticia dice que la editorial ha contratado a "lectores sensibles" para que realicen estás adaptaciones. Me queda la duda de qué se considera sensible, quién decide que palabras o párrafos cambiar y cuál es el límite de esa adaptación, no es solo que desaparezcan palabras como "feo" de las descripciónes de los personajes. 

Se sustituirán palabras, gordo por enorme, blanco por pálido, hombres por personas.

Cambiarán frases enteras, en Las Brujas cuando el protagonista dice que tirará del pelo a las mujeres para saber si llevan pelucas porque son brujas, su abuela le responde "No puedes andar tirando del cabello de cada dama que conoces". Con la adaptación ella le responde "Hay muchas otras razones por las que las mujeres pueden usar pelucas y ciertamente no hay nada de malo en eso".

También se sustituyen citas de Dahl a otros autores, Matilda ya no lee a Kipling, ahora lee a Jane Austen. 

¿No es lo mismo, no?

Me da la sensación de que las modificaciones van a lavar la obra de Dahl, se perderá su concepción de infancia y de LIJ. ¿Dónde está el lector implícito para quienes van dirigidas sus obras? 

En sus propias palabras "“muchos adultos pueden perturbarse con mis libros, son mayormente para niños. Los adultos no se dan cuenta de lo diferentes que son los niños a ellos. Los pequeños son más vulgares y tienen un sentido del humor más cruel 

Es verdad que cada palabra conlleva una carga ideológica, por algo Dahl puso grodo y no inmenso, blanco y no pálido. El creía que la vida de un autor era un verdadero infierno, cada día era un verdadero tormento a la espera de ideas nuevas y que dos horas de trabajo lo dejaban exhausto. ¿Pobre hombre, cuánto trabajo para que lectores sensibles quiten las palabras ofensivas de sus obras?

Estás obras ya eran clásicos, entendidos como obras que no han perdido vigencia y que aún tienen algo para decir. ¿Era necesario adaptarlas? En esta necesidad de ser políticamente correctos no sería mejor escribir libros nuevos que sean "inclusivos" y "no ofensivos" y dejarlos en el mercado junto a otras obras ya existentes y que sean los lectores que decidan que quieren leer

Nuevamente los adultos y el mercado subestimamos a los niños y jóvenes. La corrección política del momento pasa por encima del valor literario. Y cuando digo adultos digo todos, no hay inocentes, todos somos responsables padre, madre, tutor, maestro, bibliotecario, etc. Todos formamos parte del mercado, todos le exigimos a la lij, cosas que no le exijimos a la mal llamada literatura con mayúsculas. Queremos que la lij eduque a los niños, les transmita valores, les enseñe a manejar sus emociones. ¿Cuándo empezaremos a exigirle a la lij que sea ARTE con mayúsculas?

Parafraseando a Dahl ... ( ya que está permitido cambiar palabras de sus frases)

"Los censores de verdad visten ropa normal y tienen un aspecto muy parecido al de las personas normales. Viven en casas normales y hacen trabajos normales.
Por eso son tán difíciles de atrapar"

Dahl sostenía que los libros para niños deberían ser divertidos, emocionantes y maravillosos, ¿con estás adaptaciones sus obras no pierden estos atributos?

Está no es la primera vez que la obra de Dahl no pasa el filtro de la censura, sus obras ya han sido censurados por los personajes no estereotipados. ¿Cómo es posible que el papá de Matilda sea un estafador? ¿Qué las tías maltraten a James? ¿Qué la abuela de Jorge sea un personaje tan antipático?

Pero por suerte estos libros esquivaron todas estas críticas y llegaron a las manos de los lectores. El humor y el absurdo hicieron que se quedaran entre los preferidos de los niños y jóvenes.

Lo primero que pensé al leer la noticia fue pobre Roald. Pero dos segundos después me di cuenta que los perjudicados éramos los lectores, y peor aún los lectores que vendrán. Los que ya conocemos la obra o tenemos ediciones anteriores no vamos a tener problema, pero un lector nuevo que quiera acercarse a la obra de este autor ¿qué edición encontrará? ¿Llegó el momento de correr a las librerías usados por las ediciones anteriores Matilda, Las brujas, Los cretinos, etc.?

Un espacio en dónde estarán las palabras "ofensivas" serán en las bibliotecas. Tendremos que atesorar y defender esos viejos ejemplares ¿o también vendrán por ellos?

Me queda la pregunta sobre las traducciones que ya son la mirada del traductor sobre la obra del autor, ¿incluirán está nueva faceta de corrección política?

No es el primer autor que pasa por esta limpieza ideológica, pensemos en los cuentos clásicos o más acá en el tiempo en el libro Los tres Bandidos de Tomi Ungerer.

"Eran tipos terribles. A su vista, las mujeres se desmayaban de miedo, a los perros se les encogía la cola y hasta los hombres más valientes salían huyendo" (Susaeta, 1990)

"¡Eran unos tipos terribles!
Cuando ellos aparecían,
algunos se desmayaban de miedo,
los perros metían el rabo entre las piernas,
y hasta los más valientes huían." (Kalandraka, 2007)
 

¿Y por casa qué piensan del tema adaptación para que sea accesible a todos o censura?


No hay comentarios:

Publicar un comentario